21 de marzo de 2024. – Con el próximo Censo de Población y Vivienda programado para el 23 de marzo, Bolivia se encuentra al borde de un hito significativo en su historia demográfica. A lo largo de casi dos siglos desde su creación, el país ha llevado a cabo solo once censos, cada uno ofreciendo una instantánea crucial de su evolución poblacional y social.
Desde el primer censo en 1831, que reveló una población de 1.088.768 habitantes en la naciente República, hasta el último en 2012, que registró 10.059.806 habitantes en un Bolivia ya transformado en Estado Plurinacional, estos recuentos han sido testigos de la cambiante realidad del país. A lo largo de los años, los censos han reflejado los efectos de la construcción nacional, los cambios políticos y sociales, y los desafíos económicos que ha enfrentado Bolivia.
El Instituto Nacional de Estadística considera que el censo es un «operativo estadístico de mayor magnitud» en la historia del país, movilizando a cerca de 700 mil personas en su realización. Aunque en el siglo XIX se realizaron cinco censos nacionales, fue en el siglo XX donde se observó una mayor consolidación de estos recuentos demográficos, con cuatro llevados a cabo. Cada uno de estos censos ha dejado una marca en la historia y ha influido en las políticas gubernamentales y sociales.
El próximo censo, el tercero del nuevo milenio, busca no solo actualizar los datos demográficos, sino también recuperar la confianza en el proceso censal y proyectar a Bolivia hacia su Bicentenario. Con un cuestionario ampliado y nuevas preguntas diseñadas para proporcionar una visión más detallada de la realidad boliviana, se espera que este censo marque un nuevo hito en la historia del país.
En el contexto del próximo censo, ciudades como El Alto están preparándose para desempeñar un papel destacado. Con una logística sólida y un compromiso de sus autoridades locales, El Alto aspira a convertirse en una de las metrópolis más grandes y dinámicas del país, reflejando el crecimiento poblacional y las oportunidades de desarrollo que ha experimentado en la última década.
Mientras tanto, el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz también está listo para el censo, después de años de esfuerzos para garantizar una cartografía actualizada y una participación activa en el proceso. Con la esperanza de recuperar los recursos perdidos debido a resultados censales anteriores, La Paz se prepara para un futuro más justo y próspero para sus habitantes.
En resumen, el próximo Censo de Población y Vivienda representa mucho más que una simple recopilación de datos. Es un hito en la historia de Bolivia, una oportunidad para reflexionar sobre el pasado, comprender el presente y planificar el futuro de manera más equitativa y sostenible.