El Alto, 09 de julio de 2024. – En el corazón de la Zona 16 de Julio, en el pasaje que conecta la Av. Chacaltaya con la calle Fournier, se encuentra un oasis de color y tradición: las boutiques de las cholitas alteñas. Allí, en los postes, colgadores y escaparates, se exhiben con orgullo polleras, mantas, blusas, centros y otras prendas que visten a las cholitas en fiestas, paseos y diversas actividades.
Las cholitas, revalorizadas y protagonistas en la política, el arte, la profesionalización, la comunicación y el espectáculo, han impulsado una constante renovación de sus prendas, adaptándolas a las corrientes de la moda sin perder su esencia ancestral.
En estas boutiques, en gran parte propiedad de hábiles costureros y artesanos, se exhiben a diario decenas de juegos de ropa de cholita en escaparates, maniquís e incluso postes, donde son sujetados por colgadores. Pero la oferta no se limita a la ropa ya confeccionada: también se pueden encontrar telas con las que se confeccionan las polleras y mantas de moda, e incluso los cordones que sujetan las trenzas de las cholitas.
Además de las boutiques de la Zona 16 de Julio, también se pueden encontrar estas tiendas en la Av. 16 de Julio y Chacaltaya y en la Av. Franco Valle de la Zona 12 de Octubre, en pleno corazón de la urbe alteña.
La vestimenta ideal de la cholita alteña:
- Sombrero tipo hongo que se coloca sobre las dos trenzas largas y apretadas.
- Zapatos bajos.
- Blusa cubierta por un mantón.
- Pollera, una amplia falda que requiere de más de seis metros de tela y que al moverse deja entrever las cuatro o cinco enaguas.
- Aretes, un prendedor para cerrar el mantón y un ramillete para el sombrero, todos de oro, completan el atuendo.
Las boutiques de las cholitas alteñas son más que un espacio comercial: son un reflejo de la identidad, la cultura y la creatividad de estas mujeres que, con su estilo único, han conquistado el mundo.