El Alto, 04 de mayo de 2024. – El X Congreso del ala «arcista» del Movimiento Al Socialismo (MAS) se encuentra en pleno desarrollo en la ciudad de El Alto, marcado por decisiones trascendentales y disputas internas que reflejan la complejidad política del momento. Durante la tarde del sábado, el congreso entró en un cuarto intermedio con el objetivo de acreditar a todos los asistentes y verificar su militancia, en un proceso supervisado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Se espera que el evento se reanude a las 23:00, prolongándose por unas horas más.
La participación de aproximadamente 6.000 delegados titulares se considera crucial, ya que serán ellos quienes elijan a la nueva directiva del partido. Sin embargo, el proceso no está exento de tensiones internas y críticas. El ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Édgar Montaño, ha expresado duras críticas hacia la gestión pasada del partido, acusando al expresidente Evo Morales de haber provocado derrotas electorales debido a su influencia y decisiones arbitrarias.
Por su parte, los líderes del congreso del ala «arcista» del MAS están centrados en la renovación del partido y en la modificación de su estatuto para hacerlo más inclusivo y democrático. Voces dentro del congreso, como la del secretario ejecutivo de la CSUTCB, Lucio Quispe, abogan por cambios profundos que permitan una mayor participación de las bases y una representación más equitativa en el liderazgo del partido.
En medio de estas disputas internas, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha generado controversia al decidir acompañar provisionalmente el congreso «arcista» del MAS, una medida que ha sido criticada por algunos sectores como una injerencia en los asuntos internos del partido. Sin embargo, el TSE sostiene que su presencia en el evento no constituye un aval automático y que realizará un informe técnico para evaluar el cumplimiento de los requisitos establecidos en el estatuto del partido.
Mientras tanto, el presidente del MAS reconocido por el Órgano Electoral es Evo Morales, pero las facciones internas del partido buscan la renovación de la dirección, lo que añade una capa adicional de complejidad a este proceso político.