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Carmen Rosa: La pionera de la lucha libre de cholitas que volvió a caminar

El Alto, 05 de octubre de 2024. – Polonia Ana Choque Silvestre, mejor conocida como Carmen Rosa, es una mujer que ha marcado historia en el mundo de la lucha libre boliviana. Desde sus inicios, a principios del 2000, Carmen Rosa se hizo famosa como la pionera de la lucha libre femenina de pollera, convirtiéndose en un ícono de la cultura popular y del deporte. Su imagen en las carteleras y sobre el cuadrilátero ha llevado a Bolivia y a sus famosas «cholitas luchadoras» a distintos rincones del mundo.

“Llevé el nombre de Bolivia, de la mujer boliviana, a diferentes países. Peleamos en Argentina, Perú, Chile, Canadá, Estados Unidos, e incluso en Inglaterra. Es un orgullo ser una mujer de pollera y representar a mi país”, comenta Carmen Rosa con una sonrisa, aunque ahora se sienta en una silla de ruedas, tras años de batallar con las secuelas de su oficio.

Su trayectoria estuvo marcada por momentos de gloria, pero también por las lesiones que, al principio, parecían pequeñas molestias y que con el tiempo se volvieron crónicas. En 2019, le diagnosticaron artrosis de cadera, una dolencia que desgasta el cartílago de las articulaciones y que, en su caso, terminó afectando su movilidad de manera severa. “Sólo la gente que sufre la artrosis sabe lo fuerte que es el dolor”, dice.

Los años siguientes estuvieron plagados de tratamientos, inyecciones para el dolor y el uso de un bastón, hasta que en 2023, su situación se agravó. Mientras realizaba tareas domésticas, un mal movimiento la dejó inmovilizada y, desde entonces, no pudo volver a caminar sin ayuda. Para una luchadora incansable como Carmen Rosa, este fue un golpe duro.

A pesar de su fama y trayectoria, Carmen Rosa se encontró sin recursos suficientes para costear la operación que necesitaba: una prótesis de cadera, cuyo costo ascendía a 8.000 dólares. “Para mí era soñar con ese dinero, no lo tenía”, recuerda. Sin embargo, no se rindió. Aunque al principio no tuvo éxito en su búsqueda de ayuda, las gestiones continuaron y, finalmente, llegó una noticia que cambió su vida: la Fundación Unifranz, junto con HP Medical, donó la prótesis, y el equipo médico de la Clínica Unifranz, liderado por el doctor Alberto Morales, se ofreció a realizar la operación de manera gratuita.

La cirugía fue un éxito. Según el doctor Carlos Arzabe, director de la clínica, “se le hizo un recambio de cadera, removiendo la cabeza del fémur para insertar la prótesis”. Carmen Rosa toleró bien el procedimiento y, poco después, comenzó su rehabilitación.

El día en que dejó la clínica, pudo levantarse de la silla de ruedas por primera vez en meses, apoyada en un andador. Su recuperación seguirá con fisioterapia, pero ella está decidida a volver a caminar sin ayuda. Aunque sus días sobre el ring hayan quedado atrás, Carmen Rosa continúa inspirando, no solo por su espíritu de lucha, sino por su capacidad de superar las adversidades.

“Me siento agradecida con todas las personas que me ayudaron. El hospital parece un hotel cinco estrellas, con un ambiente cálido y la atención de las enfermeras y los doctores. Estoy muy feliz”, dice con esperanza.

Su historia, como la de muchas cholitas luchadoras, no es solo de combate en el ring, sino de resistencia frente a las adversidades que la vida impone. Carmen Rosa, con su inquebrantable fortaleza, sigue siendo una luchadora, y esta vez, su victoria más grande es haber recuperado la capacidad de caminar.

En base a la nota publicada en la pagina web: https://www.eabolivia.com/blogs

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