23 de octubre de 2024. – La creciente escasez de diésel y gasolina en Bolivia está impactando gravemente en el sector del transporte, especialmente en las regiones rurales. Ante la falta de combustible en las estaciones de servicio, muchos conductores que prestan su servicio en las provincias se han visto obligados a recurrir al mercado negro para adquirir el diésel y la gasolina, pagando precios más elevados, lo que ha resultado en un aumento de los pasajes interprovinciales hacia algunas localidades.
Incremento en los precios del pasaje
Uno de los conductores afectados por esta situación informó que el costo del pasaje hacia el municipio de Ancoraimes ha subido de Bs 20 a Bs 30, lo que representa un incremento de Bs 10. Sin embargo, aclaró que esta subida de precios no es generalizada, sino que se da en rutas específicas donde el desabastecimiento es más agudo y los conductores deben recurrir a comprar combustible a precios elevados en el mercado informal.
«Nosotros perdemos uno o dos días enteros haciendo filas en las estaciones de servicio para llenar el tanque de nuestros vehículos. Es tiempo perdido, porque esos días dejamos de trabajar, lo que también afecta nuestros ingresos«, explicó el transportista. Esta situación está generando preocupación tanto entre los conductores como entre los pasajeros que dependen del transporte interprovincial, ya que el aumento de los costos repercute directamente en los bolsillos de los usuarios.
Protestas y paro del transporte público en La Paz
La escasez de combustible no solo afecta a los conductores en las provincias, sino también en las ciudades. Este miércoles, el transporte público de La Paz realizó un paro de 24 horas, bloqueando varias calles en protesta por la falta de diésel y gasolina, así como para exigir una nivelación de pasajes. La medida de presión fue respaldada por cientos de transportistas que consideran insostenible la situación actual.
Sin embargo, alrededor del mediodía de ese mismo día, el Gobierno, a través del Ministerio de Hidrocarburos, convocó a una reunión con los representantes del sector transporte para atender sus demandas. En la reunión, las autoridades se comprometieron a regularizar la distribución de combustible en todo el país, una promesa que alivió parcialmente las tensiones, aunque persisten las dudas sobre cuánto tiempo tomará estabilizar el suministro.
Causas de la escasez y mercado negro
La escasez de combustible en Bolivia ha sido atribuida a múltiples factores, entre ellos el incremento de la demanda en ciertas zonas, problemas logísticos en la distribución y la demora en la importación de combustibles. Esta situación ha dado lugar a la proliferación de un mercado negro, donde los precios del diésel y la gasolina se elevan considerablemente. Los transportistas, ante la urgencia de mantener sus operaciones, se ven forzados a pagar precios más altos, lo que genera un efecto dominó en los costos de transporte.
Esta problemática no solo afecta al sector del transporte, sino también a diversas actividades productivas en el país que dependen del suministro constante de combustibles. Las autoridades han prometido resolver la situación en el corto plazo, pero mientras tanto, los transportistas siguen enfrentando dificultades para trabajar y garantizar el servicio a las comunidades rurales.