Allá cuando corría el mes de febrero del año 1989, una huelga de hambre de dirigentes de la otrora gloriosa Fejuve de El Alto, creaba la Universidad Técnica Laboral de El Alto UTLA, una universidad, defacto, sin presupuesto, sin permiso, sin docentes y sin alumnos.
Luego de declarar un cuarto intermedio, con el propósito de crear una universidad en El Alto, la Fejuve decide inscribir a estudiantes en forma gratuita, responsabilidad de cayó en el periodista e historiador Johnny Fernández Rojas. Se inscribieron 700 jóvenes y señoritas a cuatro carreras con el nivel académico de Experto Obrero.
La Facultad Técnica de la Universidad Mayor de San Andrés designó tres docentes: Lic. Silverio Apaza Cutili, Lic. Teófilo Huayta y Lic.Alejandro Mariscal Quenta, que decidieron pasar clases en predios de colegios prestados, con sueldos impagos, aguantaron 6 meses.
De no mantenerse firme en dictar cátedra en la Universidad Técnica Laboral de la ciudad de El Alto, en este momento no existiría la UPEA, no existiría la infraestructura del 2000
Por eso queremos brindar un homenaje a esos tres docentes pioneros que sostuvieron la “U” alteña hasta que 70 jóvenes se titulen de la Umsa en El Alto, como obreros expertos. Con los que se cumplió un paso histórico para la creación de la UPEA el año 2000. Felicidades a esos maestros docentes universitarios pioneros de la UPEA que la historia olvidó. Como siempre los alteños somos ingratos, no sabemos reconocer el esfuerzo y sacrificio que realizaron sus líderes para que disfrutemos de lo que es hoy, la ciudad de El Alto.