El Alto, 1 de agosto de 2024 – Hoy inicia el mes de la Pachamama, una de las celebraciones más antiguas y significativas de las culturas andinas. Cada 1 de agosto, los pueblos andinos de América del Sur celebran el Día de la Pachamama o Madre Tierra, agradeciendo por el buen tiempo, la abundancia, los animales y las cosechas.
La Pachamama, diosa de la tierra y la fertilidad, es vista como la protectora de la naturaleza y la fuente de toda vida. Según la cosmovisión andina del Qollasuyu, en este mes de vientos, la tierra se despierta, moviendo todo a su alrededor. Los hijos e hijas de la Pachamama celebran con cantos y alimentos el Sumaj Kawsay, el buen vivir, reforzando el vínculo de reciprocidad con la madre tierra.
La ceremonia de la Pachamama no solo honra a la tierra, sino que también intenta borrar las fronteras entre Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú, uniendo a las culturas originarias andinas en un vínculo sagrado y ancestral. A pesar de que muchas comunidades indígenas ahora habitan territorios lejanos de sus primitivas Pachas, continúan manteniendo viva la práctica de estas ceremonias y cantos ancestrales en cada nuevo sitio.
El rito de celebración establece que el 1 de agosto se debe ofrecer a la Madre Tierra todo lo que no quisiéramos que a nuestra familia le falte durante el año. Además, se agradece por los favores recibidos con festivales, música, bailes tradicionales y el ritual ancestral de ofrenda y gratitud. La conmemoración se extiende durante todo el mes de agosto, siendo un momento especial para pedir bendiciones y protección.
La celebración de la Pachamama es una ocasión para reconectar con la naturaleza y expresar nuestra gratitud. Al honrar a la Pachamama, no solo agradecemos su generosidad, sino que también reforzamos nuestro compromiso de cuidar y proteger la tierra que nos sustenta.
Oración a la Pachamama: «Pachamama, Madre Tierra, te ofrezco mi gratitud y respeto. Te pido que me bendigas con abundancia y prosperidad, que me protejas de la negatividad y me conectes con tu energía sagrada. Que tu riqueza y generosidad fluyan en mi vida, y que siempre recuerde mi conexión contigo.«