Oruro, 09 de enero de 2024 (ABI). – Desde la estatal Empresa Metalúrgica Vinto, el presidente Luis Arce denunció que hay personas con interés de boicotear el proceso de industrialización, porque temen se demuestre que es el “horizonte” de Bolivia para lograr soberanía productiva, generar ingresos y empleos estables y sostenibles.
La posición fue expuesta en el acto en conmemoración al 53 aniversario de la Empresa Metalúrgica Vinto, que se desarrolló en un acto masivo en Oruro.
“Hay gente que quiere boicotear y que no quiere que avancemos en la industrialización, porque tiene miedo que de pronto mostremos y demostremos, como lo hizo el ingeniero (Jorge) Zalesky (con la construcción de una fundidora en Oruro), el camino que tiene que seguir Bolivia, el camino de la industrialización de nuestros recursos naturales y de todos nuestros recursos que hoy tenemos”, afirmó.
Luego de remorar cómo el ingeniero ucraniano Zalesky se dedicó a consolidar la primera fundidora en Bolivia en la década de los 60, que fue el inicio de la actual EMV, en medio de mentiras de la oligarquía minera para que fracasara, consideró que ahora sucede algo similar.
“Estos grandes profesionales demostraron que las mentiras que se lanzaban desde la oligarquía minera y sectores conservadores de la sociedad solo tenían el objetivo de que Bolivia no entre en la etapa de la industrialización, que no ingrese en la etapa de agregar valor a nuestros minerales, hoy, hermanas y hermanos, estamos también enfrentando una situación parecida”, advirtió.
El plan del gobierno nacional incluye la construcción de 150 plantas industriales con una inversión superior a los Bs 29.000 millones en distintos rubros.
En el municipio orureño de Turco, por ejemplo, se edifica desde diciembre de 2022 la primera planta industrializadora de camélidos con una inversión de Bs 73,4 millones, y beneficiará a 70.000 familias agropecuarias de la región productora de ganado camélido de los departamentos de Oruro, La Paz y Potosí.
El proyecto consiste en la construcción de la industria para el procesamiento de carne y embutidos, curtido de pieles, fibra, harina de hueso y colágeno, además de un laboratorio de mejoramiento genético, que ayudará a mejorar los rendimientos de producción de carne y fibra.
Arce afirmó que en la década de los 60 se venció la mentira “porque los bolivianos demostramos que somos capaces de industrializar el país, allá en los años 60, y hoy consolidaremos el sueño anhelado de los bolivianos de industrializar nuestro país”.
A quienes promueven acciones en contra del proceso de industrialización con sustitución de importaciones, el presidente les dijo que éste es el camino que “conduce a la generación de empleo estable y sostenible”, a mejorar los ingresos de las familias y su calidad de vida.
“La industrialización, por lo tanto, es el horizonte que tenemos los bolivianos y las bolivianas, y este su gobierno es el gobierno de la industrialización”, destacó.
Otro de los objetivos de la industrialización es acabar con las importaciones que van desde insumos básicos como la harina de trigo, mermeladas o, incluso, el café.
“Si el país no ingresa al proceso de industrialización nos vamos a convertir gradualmente en dependientes de todo lo que consumimos, por eso es el camino de la industrialización para independizarnos de la importación, para dejar de ser esclavos de la importación de los productos que consume la población”, explicó Arce.
De manera adicional, la industrialización apunta a generar una economía de base ancha, donde varios pilares sostengan la economía y no solo uno, como sucedió con el gas por varios años y que ingresó a un declive porque no se hizo las exploraciones de forma oportuna.
“A eso estamos apuntando y por eso somos el Gobierno de la industrialización”, enfatizó.
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