Despojo y masacre en la invasión española
En 1532 cuando los invasores españoles llegaron a las tierras del Tawantinsuyu, trajeron: curas, delincuentes, brujos, aventureros, asesinos y gente sin valores morales, enfermedades etc. El único objetivo que tenían estos europeos fue asaltar las riquezas de esta civilización. Uno de sus principales labores fue la extirpación de idolatrías. No les tembló la mano para torturar, matar, amputar, a los sabios científicos de esta cultura milenaria.
Los europeos, no entendían la cosmovisión de esta civilización. En estas tierras no hubo: pobreza, desocupación, todos tenían casas, existía la propiedad colectiva e individual, no había ladrones, el ejercicio público era rotatorio (muyu), dodo era complementario, recíproco (ayni), era una sociedad armónica con la naturaleza.
En cuanto llegaron los invasores se dieron cuenta, que estas tierras tenían riquezas inmensurables, y se dedicaron: al pillaje, saqueo, robo y asesinatos, “los conquistadores españoles eran conquistadores del oro”.(Duviols, Pierre: “La Destrucción de las Religiones Andinas, 1977).
El oro, plata y objetos preciosos estaban en las “chullpas” (tumbas), que son edificaciones y nichos que no estaban enterrados bajo tierra, más bien tapados con piedras grandes como techo. Los aymaras creen en la “resurrección”, por eso se colocaban las cosas más queridas (joyas, oro, objetos preciosos), vasijas y utensilios junto al cadáver que estaba en posición fetal. Los familiares y personas allegadas también tenían su tumba alrededor.
Sabiendo esto, los españoles se dedicaron a saquear las”chullpas” (tumbas), “qonopas” (templos) wak´as (lugares sagrados de adoración), todos estos lugares estaban embadurnadas de oro y plata; las wak´as estaban forradas de oro y plata y tenían las “kellkas” (escritura) donde contenía la historia del mundo, estos metales preciosos fueron fundidos desapareciendo todo este conocimiento almacenado en esos lugares sagrados.
La nación Aymara, es eminentemente espiritual, nada se hace sin pedir permiso a las deidades, se ofrecían grandes fiestas a las wak´as, y se le tenía un respeto único a los antepasados, por eso en las “pakarinas” se tenía registro y las momias de los difuntos de generación a generación llegando al principal, y se les rendía culto y pleitesía.
Por eso nacen las entradas folkloricas actuales supuestamente en honor a los santos y vírgenes. En realidad estas costumbres fueron sobrepuestas y renombradas con nombres de santos y vírgenes con el objetivo de hacer olvidar el culto a las wak´as. De acuerdo a la cruz chacana se realizaban fiestas que duraban más de una semana dónde se bailaba y bebía.
Para los curas eso era considerado idolatría. Además de otras costumbres como la tolerancia hacia el hombre de tener otras concubinas, los ritos a las deidades, el sacrificio de animales, el adorar por 3 años a los difuntos, sacándolos en andas de sus chullpares hasta su casa para comer bailar y luego devolver a sus nichos. Y decidieron “extirparla” por la fuerza.
Una vez traicionado y asesinado el último inga Atabalipa (que significa de corazón feliz; no es ATAWALLPA como los españoles tergiversaron), y anunciados los reyes de España, decidieron establecer en las nuevas tierras la cosmovisión de los europeos e iniciar la extirpación de idolatrías.
Es en ese contexto que se ordenó quemar todas las momias de los antepasados aymaras, quemar templos, destruir “illas”, “wak´as” y toda manifestación religiosa. Instruyeron construir iglesias sobre las wak´as más importantes, poner cruces en los lugares sagrados y prohibir todo rito a las deidades ancestrales milenarias.
Waki, es un lugar ceremonial importante dentro de la nación aymara, es el lugar donde los yatiris y amawtas reciben el “chinu” (orden), porque ahí mora el “Illapa” (rayo) debajo de esa iglesia está nuestra principal wak´a. hasta el día de hoy los nuevos yatiris van a Guaqui entran a la iglesia y secretamente challan y se encomiendan al Illapa, fingiendo adorar a cristo.
Si se detienen a ver a la efigie del tata Santiago, se ve claramente que representa a un español en caballo derrotando a un indio, este fue el santo de la conquista española.
La iglesia de Guaqui, fue construida con las piedras de las wak´as destruidas por los invasores, fue producto del despojo y masacre de la invasión española. Los aymaras no deberían sentirse orgullosos de esa y otras iglesias, por que costó sangre y sufrimiento a los abuelos aymaras.
- Tata: David Ticona Balboa es Abogado, Periodista, Filósofo Aymara y Yatiri-Amawta